Los investigadores que buscan echar luz sobre la muerte de los agricultores Oscar Martín y Oscar Orlando Moreno escucharon en las últimas horas a un testigo que dijo haber visto que los fallecidos y sus familiares agredieron a los policías para recuperar el auto secuestrado (un VW Vento), en coincidencia con la versión que había dado la fuerza desde el comienzo.

El hombre -cuya identidad se mantiene bajo reserva- señaló que el domingo 14 vio una patrulla policial cerca de la cancha de San José y una camioneta donde estaban cuatro policías, dos uniformados y dos de civil. “De forma repentina llegaron, como viniendo de Tafí del Valle, dos vehículos: un auto gris y una camioneta Ford, que detuvieron su mancha delante de la camioneta de la Policía. Descendieron dos sujetos del auto y uno de la camioneta. Sin mediar palabras, atropellaron a los policías que estaban en el lugar y comenzaron a golpearlos, lo que llevó a la reacción de los policías”, afirmó ante los investigadores, según consta en uno de los cinco cuerpos que ya tiene la causa. Todo ocurrió por el secuestro del auto: los Moreno juran que les exigieron una coima y la fuerza asegura que los propietarios no tenían los papeles.

El testigo señaló que uno de los policías -al que dijo conocer porque es hijo de un amigo- sufrió una fuerte agresión: “El que baja de la camioneta le pega un cabezazo, lo que provoca que este chico retroceda. Pude observar que (también) le sacó su arma reglamentaria. Mientras, los otros policías peleaban con los otros dos sujetos”.

En retirada

Según el testimonio, el enfrentamiento se acabó poco después. El hombre afirmó que los efectivos se vieron desbordados por la situación. “Me percaté que uno de los policías corrió hacia la camioneta, retrocedió hasta la escuela y ahí subieron otros tres policías, y se retiraron porque los estaban golpeando. Escuché cuando gritaban que pedían refuerzos. A todo esto, los agresores también subieron a sus vehículos y salieron por detrás de los policías, que tomaron rumbo hacia Tafí del Valle por camino a San Cayetano. El que le sacó el arma aún la tenía en la mano”, advirtió, sin dudar.

Sobre el fin de su declaración, aclaró que sólo escuchó gritos y que no vio que nadie disparara. Cuando los investigadores indagaron sobre los golpes, ratificó: “estas personas agredieron a los policías sin que estos les hicieran nada. Incluso, sé que al hijo de mi amigo lo lastimaron mucho”.

Sobre este punto de la historia, previo al desenlace fatal en que murieron los agricultores (según la familia fue una ejecución. Para la defensa fue un enfrentamiento), Javier Moreno, hijo y hermano de las víctimas, había expresado en LA GACETA: “mi papá les preguntó por qué estaban haciendo eso con el auto. Un tal ‘Kiki’, policía, le dijo que no se hiciera el malo, lo empujó y lo tiró. (El policía, Rodrigo) Ramos lo quiso patear pero no pudo porque mi cuñado lo empujó. ‘Kiki’ sacó un arma y nos empezó a apuntar a la cabeza. Mi papá, que siempre nos protegía, se puso en frente para que no nos hiciera nada y forcejó con él. Ahí le sacó el arma”. También expresó que nadie les dijo que el auto estaba secuestrado y por eso se lo llevaron.

Las reacciones

Ante este testimonio -y el resultado del dermotest que dio positivo para uno de los fallecidos y un amigo de su familia, Adrián Omar Roldán- el abogado Juan Luis Hermosa pidió el cese de la detención de su defendido, el comisario Dardo Romano. Se trata de la única persona que sigue tras las rejas. “No sé cómo no se ordenó la detención de los cinco civiles, que son partícipes necesarios del robo de una pistola y de la agresión a los policías con intenciones de matarlos”, declaró a LA GACETA

Por la otra parte, la abogada Natalia García Salemi aseguró en diálogo con la prensa que Roldán no había dado positivo en el dermotest y que a Moreno le dio ese resultado porque le quitó el arma a un policía que amenazaba a su familia. “Confío mucho en la Justicia. Hemos visto a una fiscala (Mónica García de Targa) muy imparcial en la investigación”, se esperanzó.